Reflexiones

Si haces lo que
siempre has hecho, nunca llegarás más allá de donde siempre has llegado.

Muchos son los que, haciendo siempre lo mismo, esperan resultados diferentes sin asumir que viven sus vidas a través de la rutina. Una manera de hacer las cosas sin razonarlas, automáticamente.

Costumbre o hábito, llega un momento que la rutina agobia. Entonces, se torna necesario “dar un giro” apelando a la creatividad. Algunos, por temor al cambio o por no valorizarse lo suficiente, se quedan mirando el paisaje sin modificar nada.

Esto implica la habilidad para encontrar nuevos proyectos que justifiquen, aún más, que la vida merezca ser vivida, dejando la queja de lado.

Producir cosas nuevas es la capacidad que todos poseen de apuntar, de manera intencionada, hacia un objetivo diferente del que se estaba acostumbrado a perseguir.