KÖNIGSTEIN, 16 Sep. 09 (ACI).- Robert Fanish, el joven cristino de 19 años que había sido injustamente encarcelado tras la violencia que llevó a extremistas islámicos en la provincia de Punjab (Pakistán) a incendiar una iglesia católica, fue asesinado en la prisión en la que se encontraba. Los obispos de este país y un grupo protestante han solicitado al gobierno una investigación pública de este hecho.
La familia Fanish fue tomada por sorpresa cuando el cadáver del muchacho, con diversos golpes en el torso y en los brazos, fue sacado de la cárcel este martes.
El funeral, que luego se convirtió en protesta y que fue dispersado por la policía local, reunió a unas tres mil personas que llegaron a despedir a este muchacho que sufrió las consecuencias de los actos de una mujer musulmana, que se oponía a la relación que él sostenía con su hija.
En represalia y valiéndose de la llamada ley antiblasfemia, la madre habría roto unas hojas del Corán –que se paga con cadena perpetua– para arrojarlas en la puerta de la casa del joven generando así las agresiones de los extremistas que incendiaron una iglesia católica. Tras estos hechos, Robert había sido encarcelado.
En declaraciones a la organización internacional católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el P. Andrew Nisari, Vicario General de la Arquidiócesis de Lahore, a cuya jurisdicción pertenece la zona en donde han ocurrido los hechos, señaló que "cada uno de nosotros está furioso por lo que le ha sucedido a Robert".
"Para nosotros está claro además que la policía ha hecho 'justicia' con sus propias manos y lo han matado", denunció.
El sacerdote también explicó que la situación de los cristianos en Pakistán "está cada vez peor. Hay una ola de intranquilidad en todo el país en el que las personas están usando cada oportunidad que tienen para presionar a los cristianos".
El P. Nisari dijo además que la Comisión Nacional Católica de Justicia y Paz, con sede en Lahore, también ha exigido al gobierno una investigación pública del asesinato.
AIN explica en su nota que está colaborando en los esfuerzos por revertir la ley antiblasfemia
La familia Fanish fue tomada por sorpresa cuando el cadáver del muchacho, con diversos golpes en el torso y en los brazos, fue sacado de la cárcel este martes.
El funeral, que luego se convirtió en protesta y que fue dispersado por la policía local, reunió a unas tres mil personas que llegaron a despedir a este muchacho que sufrió las consecuencias de los actos de una mujer musulmana, que se oponía a la relación que él sostenía con su hija.
En represalia y valiéndose de la llamada ley antiblasfemia, la madre habría roto unas hojas del Corán –que se paga con cadena perpetua– para arrojarlas en la puerta de la casa del joven generando así las agresiones de los extremistas que incendiaron una iglesia católica. Tras estos hechos, Robert había sido encarcelado.
En declaraciones a la organización internacional católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el P. Andrew Nisari, Vicario General de la Arquidiócesis de Lahore, a cuya jurisdicción pertenece la zona en donde han ocurrido los hechos, señaló que "cada uno de nosotros está furioso por lo que le ha sucedido a Robert".
"Para nosotros está claro además que la policía ha hecho 'justicia' con sus propias manos y lo han matado", denunció.
El sacerdote también explicó que la situación de los cristianos en Pakistán "está cada vez peor. Hay una ola de intranquilidad en todo el país en el que las personas están usando cada oportunidad que tienen para presionar a los cristianos".
El P. Nisari dijo además que la Comisión Nacional Católica de Justicia y Paz, con sede en Lahore, también ha exigido al gobierno una investigación pública del asesinato.
AIN explica en su nota que está colaborando en los esfuerzos por revertir la ley antiblasfemia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario