Amame tal como sos

Conozco tus miserias y luchas,
conozco tu fragilidad y enfermedades,
conozco tu cobardía y tus pecados,
conozco tus frustraciones y desilusiones.
Pero a pesar de todo te digo:
¡DAME TU CORAZÓN,
AMAME TAL COMO SOS!
Si esperás ser perfecto para amarme,
no me amarás jamás.

Aún cuando caigas a menudo
en las mismas faltas
que quisieras no cometer nunca,
aún cuando fueras cobarde
en la práctica del bien,
no me gustaría que me niegues tu amor.

Hijo mío, dejame que te ame.
Quiero tu corazón.
Quiero formarte,
pero mientras tanto, te amo como sos;
y anhelo que hagas lo mismo: deseo,
desde el fondo de tu pequeñez
verte elevar y crecer.
Amo en vos hasta tu misma debilidad.

Amo el amor de los imperfectos.
Quiero que desde tu indigencia
se eleve continuamente este grito:
¡QUIERO SER FELIZ!

¿Necesito acaso de tu ciencia,
de tus talentos?
No son tus virtudes lo que busco.
Si te las concediera,
tu amor propio pronto las destruiría.
Por ello, no te inquietes.
Hubiera podido destinarte a grandes cosas.
Pero ¡No!; vos serás mi testigo en lo cotidiano.
Aceptá de vos lo poco que tenés:
te he creado para el amor. ¡AMA!
El amor te impulsará a realizar
lo que tengas que hacer,
aún sin que lo pienses.
No pretenderás otra cosa, sino
llenar de amor el momento presente.

Cuando tengas que sufrir,
yo te daré mi fortaleza.

Me diste tu amor,
yo te daré un amor tan grande
como jamás podrías soñar.
No te olvides:
AMAME TAL COMO SOS.

No esperes ser santo
para entregarte al amor.
De lo contrario,
no me amarás jamás.

DIOS