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Rosario, Santa Fe, Argentina
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viernes, 31 de julio de 2009

Qué queremos

Nuestra Misión

¿Quiénes son los que llegan a las cárceles? Nuestros pastores en el Nº 427 del Documento de Aparecida nos dicen: "Una realidad que golpea a todos los sectores de la población, pero principalmente al más pobre, es la violencia, producto de las injusticias y otros males, que durante largos años se ha sembrado en las comunidades. Esto induce a una mayor criminalidad y, por ende, a que sean muchas las personas que tienen que cumplir penas en recintos penitenciarios inhumanos, caracterizados por el comercio de armas, drogas, hacinamiento, torturas, ausencia de programas de rehabilitación, crimen organizado que impide un proceso de reeducación y de inserción en la vida productiva de la sociedad. Hoy por hoy, las cárceles son, con frecuencia, lamentablemente, escuelas para aprender a delinquir".
Esta realidad carcelaria nos interpela en nuestra fe.
Las cárceles son una ofensa a los ojos de Dios, porque sus hijas e hijos condenados a estar allí son lastimados en su dignidad y en ellos Dios mismo es violentado. Justamente son los más pobres entre los pobres. Y nuestra Misión es ir al encuentro de ellos porque estamos seguros ahí está el Señor.

Como PP del Cono Sur estamos dispuestos a ir a su encuentro, porque queremos ser "Discípulos y misioneros" de Jesucristo para que nuestros hermanos privados de la libertad, en Él tengan vida (cfr. Juan 14,6).
Nuestra misión la entendemos, la experimentamos y vivimos cuando recordamos aquella pregunta "¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te fuimos a ver?" y Dios mismo en la persona de su Hijo Jesús nos responde: "En verdad les digo que cuando lo hicieron con algunos de estos más pequeños humildes, que son mis hermanos, lo hicieron conmigo" (Mt. 25,38-40)
Nos sentimos Iglesia en Misión en el Mundo de la Carcelación, por lo tanto queremos seguir los pasos y las actitudes de Jesús de Nazaret para ser servidores. Confiamos intensamente que el Espíritu Santo nos orienta en nuestro caminar, pues una institución que no promueve al ser humano y no lo dignifica, no puede estar en el proyecto de Dios.
Este "despertar misionero" que Aparecida fomentó, nos estimula a ponernos en "estado permanente de misión" para estar en comunión con toda la Iglesia del Continente.
Para cumplir con la misión y hacernos cargo de nuestra dimensión profética de Anuncio y Denuncia en el mundo de la carcelación, el "TODAVÍA NO" sigue siendo una invitación de Dios Uno y Trino a ser partícipes de la difusión y construcción de su Reino aquí y ahora.

Pastoral Penitenciaria del Cono Sur
una mirada hacia adentro para la misión continental

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