En el contexto del Antiguo Testamento se evoca la realidad de "cautividad" o "prisión", no sólo como justo castigo, sanción por infidelidad del pueblo a Dios, sino también como "prueba", experiencias...
- Israel en Egipto (Ex 13,14), experiencias de cautividad, prisioneros, esclavos...
- El Pueblo de Dios deportado más de una vez: Am 1, 6-9, denuncia.
- Castigos que sancionaban la infidelidad del Pueblo de Dios: 2 Re 17, 6.23; 2 Re 24-25.
Al lado de estas pruebas colectivas, se evoca en la Biblia la experiencia de individuos prisioneros, cuya detención era castigo y también paso de Dios, tal es...
- Caín: Gén 4, 10-15.
- José: Gén 39, 20 ss; Sab 10, 14.
- Miqueas nacido en un calabozo: 1 Re 22-27
- Jeremías: Jer 20, 2; 32, 2 ss; 37, 11-21; 38, 6
- Experiencias de "prisión preventiva". Levítico 24, 11-12; Números 15, 32-34
- Encarcelación con decisión judicial, carácter de pena junto a la muerte, destierro o multa, sucede después del destierro: Esdras 7, 25-26.
La Prisión en el Nuevo Testamento:
- Juan Bautista: Mt 14, 3; Mc 6, 17. 21-29; Lc 3, 20
- Pedro: Hch 5, 18-29; Hch 12, 1-4
- Pablo: Hch 9, 23-25; amenazado de muerte se fuga a Damasco. Hch 16, 22-24.26; posteriormente apresado y torturado junto con Silas y luego liberado. Hch 16, 38-39; confirmada su libertad por los magistrados. Hch 23, 31-33; apresado en Jerusalén, querían matarlo, es trasladado a Cesárea. Hch 27, 1; en Roma. Hch 28, 16; preso con libertad vigilada. Flp 1, 12 ss: aprovecha para predicar el Evangelio, tanto a los judíos como a los soldados de su guardia, desde allí escribió las llamadas "Cartas de la Cautividad": Colosenses, Filipenses y Filemón, relatado en Hch 23 a 28. Después de 3 años de libertad en que realiza sus viajes apostólicos, va nuevamente a prisión en Roma, desde donde escribe la II carta a Timoteo, carta que ha sido llamada el "Testamento Espiritual" de Pablo. Esta vez sale de la prisión para ser decapitado.
"Acuérdense de los presos como si ustedes mismos
estuvieran con ellos en la cárcel." (Heb. 13, 3)
"Estuve en la cárcel y me visitaron" (Mt 25, 36)
Jesús, también experimentó la cárcel, acepta pasar la última noche de su vida encarcelado; antes de ir al Padre tocó la miseria humana,
Su capacidad de amar, asume desde ahí, reconciliar al hombre con Dios.
- Es traicionado, vendido...
- Arrestado, interrogado, torturado...
- Juzgado, condenado (víctima de un error judicial)...
- Ejecutado. (Jn 18. ss)
Con su vida nos enseña y desde ella proclama al Padre, su Divinidad, Él lleva a cabo el Plan de Salvación, que Dios libremente deja en manos de cada ser humano.
El Ser personas Libres.
Jesús elige en el momento de su muerte para proclamar su divinidada a un condenado y a un carcelero, el centurión, llegó a todos, con su vida habló a todos. Desde la experiencia de Jesús, la cárcel se convierte en lugar de Fe, un lugar Teológico:
"Junto a la cruz de Jesús estaba María su Madre" (Jn 19, 25)
Al recorrer las páginas del evangelio, encontramos que Jesús nunca condenó a nadie, siempre perdonó a todos y les ayudó a superar las carencias que padecían y les marginaban. Siempre tuvo confianza en los marginados, les abrió las puertas de la esperanza y les amó.
Quien se había encarnado en la muerte social de su marginación, les mostró el camino vital de la Resurrección.
Ir a la cárcel significa...
- Estar siempre aprendiendo la propia experiencia de Jesús, que asumió la condición límite del ser humano, para liberarlo, no para condenarlo. Ofrece liberación (Lc 15, 2); Fue detenido como delincuente (Lc 22, 37); se expuso al desprecio y la tortura (Lc 22, 63); Enseñó descubran en cada preso, su rostro (Mt 25, 36); es traicionado (Mt 26, 48-49); es negado (Mt. 26, 74); es burlado (Mc 15, 19).
- Con actitud de EVANGELIO, detenerse, acercarse y compartir el dolor humano, entergando Vida, Amor, Esperanza, Fe, Solidaridad...
- "Creer", y trabajar por la nave y repetida necesidad de insertar a cada privado de libertad en la sociedad.
- Dejarnos evangelizar por Cristo, para poder evangelizar.
- Trabajar con la familia.
- "Redescubrir en ellos y junto con ellos su Dignidad", hacer este camino con ellos. "Vale mucho para Dios, él lo ama incondicionalmente".
Es el Cristo que, mientras vive esta experiencia humillante y socialmente marginante, recibe una muerte cruel y despreciable, EVANGELIZA, a Judas, que lo traiciona, a los soldados, que lo humillan y atormentan, a Pilato, que se lava las manos, a los apóstoles, que le abandonan y lo niegan y a los dos compañeros de suplicio, dignifica al buen ladrón, y con elocuente silencio, no condena al otro.
Las páginas del Evangelio están llenas de encuentros misericordiosos de Jesús con los pecadores, con los necesitados, con los marginados sociales. Frente a cada uno tuvo una palabra de Esperanza y Liberación, su mano se tendió siempre para perdonar, sanar, animar.
"Ser Profetas que proclamen Dignidad"
Como lo hizo Dimas con Jesús en la Cruz...
"Acuerdate de mí cuando llegues a Tu Reino"
"Hoy mismo estatás conmigo en el Paraíso" (Lc 24, 39-44)
P. Ernesto Fernández
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