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viernes, 3 de abril de 2009

Abstinencia de carne

Abstinencia (abstenerse de comer algunas comidas) ha sido parte de la historia del hombre desde el principio, cuando Dios dijo al primer hombre Adán que no comiera del árbol de la Ciencia del bien y del mal, o moriría (Génesis 2:16). Entendemos que fue así para que el hombre siempre reconociera que depende de su Creador. No obstante, Adán, desobedeció a Dios y este pecado se transmitió a todos sus descendientes. La penitencia entonces se hizo necesaria para desagraviar a Dios de la ofensa en su contra. Por lo tanto los hebreos implementaron una tradición para satisfacer esta necesidad de penitencia.
Para los judíos, las leyes relacionadas con el ayuno estaban relacionadas a la cantidad de comida que podía ser ingerida, mientras que las leyes relacionadas con la abstinencia estaban relacionadas a la calidad o al tipo de comida. Sus dificultades los llevaron a tomar la carga de ayunar y abstenerse porque ellos creían que esto agradaba a Dios y los acercaba a Él. La abstinencia de tomar carnes parece haberse iniciado bajo la directiva de Dios a Noé de que “lo único que no deben comer es la carne con su alma, es decir, con su sangre” (Génesis 9:4). Los antiguos pueblos consideraban la sangre como el asiento de la vida y por consiguiente sagrada. Así, abstenerse de comer animales de carne roja se hizo una ley para ser observada durante ciertos días de penitencia.
Claro está que Jesús se preparó para su vida pública ayunando durante cuarenta días y noches en el desierto. Aunque durante su tiempo con ellos, Él no dio instrucciones específicas de cómo sus seguidores debían de ayunar después de su ascensión a su Padre, es evidente que el ayuno y la abstinencia fueron fielmente observados por los primeros cristianos (Hch 15:20, 29).
Desde el comienzo de la cristiandad, el viernes siempre ha sido reconocido como un día de ayuno y abstinencia para recordar el hecho que Nuestro Señor Jesucristo sufrió y murió ese día de la semana. La manera en que han sido observados, no obstante, ha tenido algunos cambios. En la práctica actual en los Estados Unidos, todos los que han cumplido catorce años de edad están obligados de abstenerse de tomar carnes durante todos los días prescritos como “penitenciales”. Estos son el Miércoles de Ceniza, el Viernes Santo y todos los viernes de Cuaresma.
En un comunicado titulado “Practicas Penitenciales para los Católicos de Hoy,” el Comité de Prácticas Pastorales de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos señaló lo siguiente: “Recordando la Pasión y muerte de Nuestro Señor el Viernes Santo, consideramos que todos los viernes tienen un significado especial. El sacrificio y ofrecimiento de Jesús nos invitan a entrar libremente a ésta experiencia de dejar comida, aguantar humillaciones, y perdonar a los que nos injurian. A través del Espíritu Santo, el principal agente de toda transformación espiritual, esto se puede hacer y debe hacerse con un espíritu de silencioso gozo. Para los cristianos, el sufrimiento y el gozo no son incompatibles.”
Cuando nos abstenemos de tomar carnes los viernes de Cuaresma, estamos haciendo algo que tiene raíces en la Sagrada Escritura y en la historia de la Iglesia cristiana. Nos unimos a Cristo en su peregrinaje a Jerusalén y nos decimos no a nosotros mismos como Él lo hizo. El abstenerse de tomar carnes los viernes es sólo una pequeña cosa comparada con el sacrificio que Él hizo al dar su vida libremente para que nosotros viviéramos.
© Copyright Graciela (Salinas) MacKinnon

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