Es decir, palabra escuchada y compartida, en los diversos sentidos del término (afectivo y social, cultural y religioso). La cárcel- con el aislamiento del preso- es destructiva y anticristiana: es contraria al proyecto humanizador de Dios, al camino redentor deJesús.
Como Iglesia vamos al encuentro, porque creemos que es siempre posible la curación humana; el ser humano puede cambiar, hay un lugar para todos en el mundo; por eso ofrecemos palabra de diálogo esperanzado a los encarcelados.
Como Iglesia vamos al encuentro, porque creemos que es siempre posible la curación humana; el ser humano puede cambiar, hay un lugar para todos en el mundo; por eso ofrecemos palabra de diálogo esperanzado a los encarcelados.
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